viernes, 29 de abril de 2016

Mi experiencia con el consumo de lactosa



Fuente: Pinterest

Quizás todo lo que voy a decir a continuación pierda total credibilidad porque me acabo de comer un trozo de bizcocho de frutos secos que, ojo, "puede contener trazas de leche', pero la tentación es débil.

El caso es que hace un tiempo comencé a notar que la lactosa, ese "azúcar presente en la leche de los mamíferos, a la que comunica su sabor dulce", me sentaba mal. Lo notaba porque mis digestiones eran cada vez más lentas y pesadas. Creo que no es necesario enumerar todos los síntomas propios de una indigestión, pero todos sabemos que se trata de algo bastante molesto. Yo lo experimentaba cada vez que consumía algún producto de origen lácteo: leche, yogures, helados, queso, pasteles...

   
Fuente: We heart it


Al principio, ni siquiera llegué a pensar que los lácteos podían hacerme algún mal al estómago. Es más, estaba convencida de que mi aparato digestivo era delicado, y punto. Sin embargo, comencé a darme cuenta de que la gran mayoría de las veces que me dolía la barriga o me sentía demasiado hinchada había consumido un producto lácteo previamente. Extrañada, decidí someterme a una semana de prueba sin consumirlos, y los resultados me sorprendieron muuuy favorablemente:

  • Digestiones más rápidas e indoloras.
  • Desaparición de la sensación de hinchazón constante.
  • Mejora de mi acné.
En este último punto, el del acné, quiero deternerme brevemente, porque es uno de los que más me han llamado la atención. Antes de dejar de consumir lactosa, yo creía que mi piel grasa con tendencia acneica se debía a una cuestión puramente hormonal. Pero no. O bueno, puede que en parte sí, pero no os miento en absoluto si os digo que fue dejar de consumir lácteos, y el aspecto de mi piel mejoró notablemente:

  • Poros más cerrados.
  • Piel más lisa y suave, con menos imperfeciones.
  • Desaparición de la mayoría de mis granos y espinillas.
  • Disminución del sebo facial.
Fuente: Un 10 en Belleza Blog

Tanto es así, que los días en los que ingiero algún producto con lactosa, por poca cantidad que tenga, mi piel es la primera en notarlo. Tengo que aclarar que no me han realizado ninguna prueba médica que certifique que, en efecto, soy intolerante a la lactosa. Sin embargo, yo misma he podido comprobar que no es una sustancia que mi organismo termine de tolerar correctamente, pues los efectos nocivos que provoca en mi se hacen patentes tanto en mis digestiones como en el estado de mi piel.

No pretendo instar a nadie a dejar de consumir productos lácteos; cada quien es libre de tomar lo que prefiera. Simplemente, me llama la atención que cada vez seamos más las personas que experimentamos molestias al tomar lactosa; una crifra que está creciendo cada vez más y que puede llegar a ser alarmante con la cantidad de casos que se están diagnosticando últimamente. No sé si existirá algún tipo de base científica que corrobore que la lactosa puede ser potencialmente perjudicial para el organismo de los seres humanos, tan sólo estoy comentando mi experiencia personal por si a alguien le sucede lo mismo y necesita orientación al respecto.

Fuente: Pinterest


Por último, me gustaría decir que limitar la ingesta de productos lácteos no es el fin del mundo. Yo siempre he sido muy "fan" del queso, los yogures, los preparados lácteos y los dulces con leche. Cuando comencé a notar que no me sentaban bien, se me echó el mundo encima. "¿Y qué como yo ahora?", pensé. Sin embargo, la oferta alimentaria no está para nada limitada, al contrario. Cada vez son más los supermercados que ofrecen una amplia variedad de productos sin lactosa, aunque aún queda mucho por hacer para conseguir la total inclusión de estos productos en el mercado.

 Así, comencé a comer diariamente de la siguiente manera:

  • Sustituyendo la leche tradicional por leche sin lactosa. Además, existen leches vegetales en el mercado (de avena, de almendras, de soja...) que están muy bien, aunque como suele suceder con los productos sin lactosa, son algo más caras.
  • Limitando -que no eliminando por completo-  la ingesta de lactosa a pequeñas cantidades.
  • Aumentando el aporte de frutas, verduras, cereales y hortalizas en mis comidas diarias.
  • Reduciendo el consumo de salsas hechas a base de lácteos.
  • Preparando repostería casera a base de leche sin lactosa en lugar de comprar dulces y preparados de leche en los supermercados.
  • Ingiriendo una pastilla de "Nutira", un suplemento alimenticio, en ocasiones especiales en las que sé que voy a ingerir lactosa para que no me haga daño al estómago y la digestión sea más fácil.
  • Tomando conciencia de que los lácteos debían dejar de ser la base de mi alimentación; existen muchísimos más productos sanos y variados a nuestra disposición.
Fuente: blogfarmacia.com

Si quereís, puedo compartir algunas recetas de platos y postres sin lactosa que he ido creando y probando. Y recordad, cada cual es libre de elegir cómo alimentarse, pero merece la pena probar alternativas diferentes por el bien de nuestro cuerpo y de nuestra propia salud.


¡Nos vemos en la próxima entrada!

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4 comentarios:

  1. Qué interesante la información, muchas de las cosas ya las sabía y una temporada me pasó como a ti e hice el cambio a leche sin lactosa y mi estómago mejoró al instante. Pero vuelvo a ser muy consumidora de lácteos, me gustan y no me dan problemas.

    Un saludo.

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    1. Hola Noelia, la verdad es que me llama mucho la atención que cada vez haya más casos de personas que experimentan algún tipo de intolerancia a la lactosa, total o parcial. Me alegra mucho que tu problema haya mejorado; a mi también me encantan los lácteos y me cuesta contenerme, pero prefiero no sufrir las consecuencias de tomarlos :P

      Besos, y gracias por pasarte y comentar.

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  2. Hola guapa! Y has notado que al consumir embutidos te encuentras mal? La mayoría llevan lactosa. Tengo pendiente hacer un post en mi blog sobre este tema, ya sabes que me toca de lleno. La lactosa la incluyen como conservante en muchísimas cosas, yo deduzco que ese "chute" extra que nos dan es el responsable de la gran cantidad de gente que se está volviendo intolerante a la lactosa. Yo nací con este problema. Besossss

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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